jueves, 20 de enero de 2011

Gélido tu desdén

Gélido tu desdén
y tu mirada,
un tacto glacial
imprimen las yemas de tus
dedos
que impregnan de escarcha
todo cuanto tus manos
rozan.
Armazón de hielo que guarda
un corazón
incapaz de fundir el
odio azul que confina
tu alma,
hálito helado que busca mi
yo
más vulnerable
veneno de cristal
que recorre el cuerpo
y lo vuelve gris.
Todo tu eres hielo,
tus labios cargados de
odio
ya no pueden encontrarme,
fugaz,
como el recuerdo
escapo con él a un atardecer
en el que la ternura de tus ojos
arrancó un suspiro de
amor.

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