Hoy quise alcanzarte,
triste Luna
y desesperado hacia tí alcé mis brazos
sentí tu frío, tu soledad
por un instante,
tu magia
hasta verte caer y
desplomarte
hundida por el peso
de una lágrima.
Traté de formar tu esencia
uniendo afilados cristales
Luna rota,
Luna llena;
sintiéndolos clavarse en
mi carne
Luna maldita,
Luna muerta;
diluyéndote en mi sangre,
envenenándome el cuerpo,
formándose eterno enlace
sueño muerto,
triste vida,
sufrimiento.
No me quiero imaginar ni siquiera la posibilidad de que se caiga la luna... ¿Qué sería de los lunáticos entonces? ¿Y de los hombres lobo?
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